En mayo: Judías verdes digestivas

Combinan fibra con vitaminas y minerales sin aportar apenas calorías.


   También llamadas judías tiernas, son excelentes durante los meses de verano y ya comienzan a verse en los mercadillos, su estación natural es el verano. Se pueden comer frías en ensaladas o como acompañamiento de hervidos y platos salados o quiches.

   Las deliciosas vainas que algunos niños rechazan pero que convencen a los paladares adultos se han cosechado antes de que las semillas completen su maduración, pues así es como proporcionan todo su frescor.

   Aunque se trata de una legumbre, la judía tiene más puntos en común con las verduras: posee pocas calorías, no resulta indigesta y aporta cantidades importantes de nutrientes, especialmente ácido fólico, calcio y vitamina B1. Junto a la patata forma una pareja perfecta.

   Es una de las hortalizas que más variedades presenta (más de cien), si bien se distingue básicamente entre dos tipos: unas con vainas de sección redonda, finas y carnosas, y otras, de sabor más intenso, constituidas pro vainas anchas y planas.

Amiga del corazón
  La fibra soluble de la judía verde ejerce un efecto muy positivo sobre los niveles de azúcar y de colesterol en el organismo, pues regula la velocidad con los azúcares pasan a la sangre, haciendo más lento el proceso. por esa razón, la judía verde debería incluirse en la dieta de aquellas personas que presenten problemas de hipercoesterolemia o hiperglucemia, ya que les ayudaría, da una forma sencilla a sobrellevar su enfermedad. Su capacidad para prevenir enfermedades cardiovasculares se ve reforzada además, por su contenido en vitamina C, betacarotenos y otros compuestos antioxidantes.

Ligera y depurativa
   La judía tierna es, ante todo, un alimento ideal para incluir en la cocina cotidiana, así como en las dietas de adelgazamiento. Una de las razones es su reducido aporte calórico y su riqueza en vitaminas. 

   Otro argumento a vapor de incluirla en las dietas "ligeras" es su notable aporte de fibra, indispensable para el buen funcionamiento del tránsito intestinal y con un efecto saciante, muy útil cuando se quiere controlar el peso. Todas estas virtudes se ven reforzadas por su efecto diurético, gracias a su riqueza en potasio y su bajo contenido en sodio. Esto favorece la eliminación del exceso de líquido en el organismo.

   Resulta asimismo muy beneficiosa en el caso de que se sufra hipertensión, gota o cálculos renales. Además, la presencia de arginina ayuda en trastornos de las vías urinarias como la cistitis. 

   Con todo, para beneficiarse plenamente de sus interesantes propiedades depurativas conviene moderar la sal en su preparacíón. Es preferible aderezarla con plantas aromáticas o sales de hierbas,libres de sodio, a fin de no alterar esa delicada relación potasio-sodio, que es la clave de buena parte de sus virtudes salutíferas.

Nutrición esencial
Propiedades. Se considera un alimento tónico, depurativo, antiinfeccciosa y cardiosaludable. Indicado para las personas con problemas digestivos, hepáticos o de reumatismo.
150 gramos de judías verdes aportan 53 calorías, el 48% de la dosis diaria recomendada de vitamina C, el 26% del ácido fólico, el 12% de la vitamina B1, el 12% del magnesio, el 11% del calcio, el 10% de la vitamina A, y el 9% del potasio y del hierro.

   Lo ideal es cocinarlas al vapor:
   - Para cocer la judía verde al vapor -el método que diluye menos sus vitaminas- bastan una olla a vapor o un wok con cesto de bambú, rejilla y tapa para vapor.

   - Se lavan las judías y se introducen en la olla o el cestito. Se llena la base del recipiente con agua, un poco de sal y una corteza de limón y se pone al fuego.
   - Cuando el agua rompe a hervir se tapa el recipiente y se deja cocer a fuego medio entre 20 y 25 minutos.





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