La ortiga

 

 ortiga
   Junto con las hortalizas conviven en nuestros huertos numerosas plantas silvestres, de gran valor biológico, como es el caso de la polifacética ortiga verde (Urtica sp.).
   Apreciada por muchos y odiada por otros, quizás todo va a depender de cómo se haya producido nuestro encuentro con esta planta. Insecticida ecológico, abono, verdura, planta medicinal, todo menos "mala hierba".

   Era empleada antiguamente para combatir las lumbalgias y dolores reumáticos, sometiendo a la persona afectada por estas dolencias a fustigaciones con ramos de ortiga fresca. Su efectividad está mas que demostrada, pero ha llegado  el momento de que un servidor contribuya a apuntalarlo con su propia experiencia. Como se suele decir en estos casos, doy fe de ello: la verdad es que al tiempo que calma el dolor, la ortigadura tiene un efecto revulsivo intenso, que provoca una hiperemia (irritación fuerte) e incluso el desarrollo de pequeñas ampollas. Eso es debido a los pelillos de sus hojas, que contienen histamina, acetilcolina, colina, ácido acético y ácido fórmico, responsable éste último del enrojecimiento e irritación de la piel. De ahí que fuesen conocidas desde antiguo como "la hierba de los ciegos", ya que incluso ellos las reconocían con tan solo rozarlas.

   La medicina popular emplea también las ortigas como estíptico (astringente) y hemostático, para combatir hemorroides y cortar hemorragias externas producidas por heridas, aplicándose en este último caso una cataplasma de hojas frescas machacadas.

  Depurativo de ortiga verde:
   Sin duda la ortiga es merecedora de una monografía especial, pero en esta ocasión no quiero acabar sin proponeros una excelente caldo depurativo, receta de mi abuela, con el que aliviaba sus crisis de psoriasis y que en casa tomábamos especialmente en los cambios de estación y después de las fiestas navideñas. Se suelen acompañar de otras verduras, como apio, cebolla, acelga y puerro. Es un caldo muy agradable de tomar y fácil de elaborar.

   Hervir durante 20 minutos unos 2 litros de agua con 2 cebollas, 2 o 3 ramas de apio verde, 3 pencas de acelgas, 4 puerros, 5 cucharadas soperas de ortiga verde seca y el doble si es fresca. Estas hortalizas serán de cultivo ecológico y podemos comerlas en puré o como más nos apetezcan

Agua de ortiga para fortalecer el cabello
   En uso externo también se ha empleado para combatir la caspa del cabello, como lo muestran los abundantes champús que podemos encontrar hoy  a la venta. Tradicionalmente se hacía  una decocción concentrada de ortigas y con ella se enjuagaba el cabello consiguiendo no sólo combatir la caspa sino también frenar la caída del cabello
agua de ortiga fortalece el cabello

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   Se elabora con 4 puñados de hojas de ortigas frescas o secas, 500 ml de agua y 250ml de vinagre natural, mejor si es de sidra. Se calienta el agua en una cazuela hasta que empieza a hervir. Las ortigas limpias se ponen en un recipiente de cristal, porcelana o esmalte y se cubren con agua hirviendo. Se dejan en reposo durante 3 horas, luego se filtran y se añade el vinagre. Después de lavar los cabellos se enjuagan con el agua de ortigas dando el mismo tiempo un masaje en el cuero cabelludo. Este enjuagado da un color reluciente al cabello y fortalece su raíz. Podemos conservarlo tres meses en el frigorífico.

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